¿Ingeniería geotécnica?… Raro es el profesional que se dedique a este oficio (geólogo, ingeniero civil o minero…) que no se vea un día sí y otro también en la tesitura de tener que justificar ante un proyectista (algunos), ante una administración (algunas más), ante un promotor (bastantes) y ante la práctica totalidad de los autopromotores (1) qué servicio público y qué beneficio privado se obtienen al prever adecuadamente el comportamiento del terreno respecto a una obra, qué riesgos se evitan, qué dinero se ahorra en la construcción…
Lo recuerdo como si fuese ayer… y ha llovido mucho desde entonces: era el mes de junio del año 1988, y una de las preguntas que me cayeron en el examen final de mecánica del suelo fue algo así como «justifica ante un tercero la necesidad de realizar un estudio geotécnico»…
Me quedé con cara de póker: aquél día no entendí lo pertinente que era saber responder a esa pregunta… pero me faltó poco tiempo para comprenderlo a nada que empecé a dedicarme al tema como profesional.
Siempre había tenido la visión, no obstante, de que esta falta de sensibilidad social era típica (no más que) del carácter de este país, donde resulta habitual tener la certeza de que cualquiera está perfectamente capacitado para construir (sin un plano, claro) una central nuclear de fusión (lo de hacer relojes se deja para chicos de párvulos, por supuesto)… siempre había pensado que estas cosas no pasaban en países serios… pero hoy me da que pensar que igual… igual en todas partes cuecen habas.
Y es que resulta que la ISSMGE, entre las mil y una movidas lideradas por Mr. Jean-Louis Briaud (este hombre es un prodigio, oiga, no sé de dónde saca el tiempo, ¡¡¡es que no para!!!) acaba de colgar una web y un video la mar de molones sobre el tema:
y me pongo a temblar si pienso que allende mares y montañas, también les cae aquélla pregunta en el examen final de mecánica de suelos…
postdata (1): un caso real, ocurrido a primeros del presente mes de agosto (no es un farol… tengo testigos): Sigue leyendo